Pese a su orden de arraigo nacional, tras ser liberada después de 4 años de encarcelamiento, la lonko Juana Calfunao fue a reunirse con su hija Relmutray Cadín, de 13 años, autoexiliada en Suiza desde los 8, por la persecución y el encarcelamiento que sufrió su familia por parte del Estado.
La autorización fue emanada por la Seremi de Justicia, que concedió este permiso “por razones humanitarias”. Sin embargo, el deseo de los padres de Relmutray –regresar a Chile con ella– puede verse impedido ante la negativa del Gobierno suizo de permitir que la niña vuelva a Chile, por no haber, en nuestro país, condiciones mínimas que aseguren la integridad y la protección de Relmutray.
Al respecto, el werkén de la comunidad Juan Paillalef, Antonio Cadín, pareja de Juana Calfunao y padre de Relmutray se refirió al viaje de la lonko a Suiza. Cadín señaló que su pareja sólo cuenta con autorización para ausentarse del país hasta este jueves 21 de abril, afirmando que no va a poder regresar al país hasta que su hija se recupere de su precario estado de salud.
“Nuestra hija sufrió una descompensación al encontrarse con su mamá, después de un tiempo que estuvo. Entonces la están analizando los médicos, en el tema físico y mental”, señaló el werkén. El rencuentro con su madre le recordó además, las duras situaciones que debió enfrentar al interior de su comunidad, como la quema de la casa familiar y la detención de todos sus parientes, quedando en completo estado de indefensión.
“El regreso de la lonko es incierto, porque no sabemos cuando la niña va a estar en condiciones de viajar: depende de su estado de salud” indicó Cadín, y expresó el deseo que existe al interior de su grupo familiar de reconstruir sus vínculos, los que quedaron rotos tras la persecución y encarcelamiento que sufrieron. Estas intenciones incluyen el regreso de Relmutray a Chile.
No obstante, según Cadín, el gobierno suizo no está dispuesto a dejar partir a la niña, mientras el Estado chileno no garantice que ella y su familia, tendrá asegurado respeto a sus derechos y las condiciones básicas necesarias. “El Gobierno suizo envió una carta al Gobierno de Chile, tanto al ministro del Interior como al Ministro de Justicia, para plantearle la prolongación del permiso de la lonko, por la situación de mi hija”, afirmó.
A su vez, el werkén señaló que están esperando la respuesta del Gobierno chileno a la carta que entregaron al Presidente el pasado 14 de febrero “con respecto al tema de la comunidad y otros temas”. Cadín expresó que “aquí hay un problema de demanda de tierras, entre otras, que el Gobierno no ha resuelto en la comunidad Juan Paillalef”, haciendo referencia al proceso de recuperación de tierras ancestrales.
Cadín afirmó que el Gobierno suizo también está a la espera de esas demandas, y que de ello depende el regreso de su hija al país. “El Gobierno chileno nos tiene que garantizar el cese a la persecución y el hostigamiento policial a nuestra familia y comunidad” -sostuvo. Además el Ejecutivo debe entender, según el líder mapuche, que, “producto del encarcelamiento de todos nosotros y el asilo político de nuestra hija, nuestra familia quedó totalmente destruida”.
Respecto a la respuesta del Ejecutivo, Antonio Cadín indicó que hace unos días había hablado con el Intendente de la Araucanía para hacer llegar su solicitud a las autoridades centrales, no obstante, “esa respuesta aún no ha llegado” -acusó. Por eso, el líder mapuche tiene confianza en que los organismos internacionales –quienes recibieron una copia de la carta enviada al Gobierno chileno– presionen a este último para dar una respuesta lo más rápido posible.
Cadín espera que no existan problemas para prolongar la estadía de la lonko Calfunao en Suiza, ya que las razones son, como señala su pareja, “netamente humanitarias, y no políticas”.
CORTE ACOGE NULIDAD DE JUICIO CONTRA MAPUCHES
Por su parte, la Corte Suprema acogió a trámite la nulidad presentada por cuatro comuneros mapuches condenados por delitos terroristas en el juicio de Cañete por su presunta participación en el atentado al fiscal Mario Elgueta, en el 2008.
En ese juicio el Tribunal impuso duras penas de entre 20 a 25 años de cárcel, en contra de Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical, las que fueron calificadas como excesivas por sus abogados.
En este momento, los comuneros mantienen una huelga de hambre de más de un mes, desde que se dictó el fallo. Al respecto, acusan de que el proceso no fue un juicio justo, ya que con la aplicación de la Ley Antiterrorista, se les mantuvo en prisión preventiva por todo el tiempo que duró la investigación y se usó testigos “protegidos” o encubiertos para declarar en su contra.
Por Christian Armaza Benavides
El Ciudadano
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